sábado, 17 de diciembre de 2016

Wolfpack 44 - The Scourge


Año: 2016
Sello: Deadlight Entertainment
País de origen: USA

Un interesante rejunte de músicos consagrados, y otros que no lo son tanto, pero que tienen una respetable carrera, han logrado llevar a cabo estos 2 lunáticos con una trayectoria nada despreciable. Los 2 lunáticos a los que hago mención son Ricktor Ravensbruck de The Electric Hellfire Club, y Julian Xes de Kult ov Azazel. Unieron fuerzas para crear una banda que mistura lo más satánico del Metal Industrial con lo más moderno del Black Metal, invitando de paso a luminarias de la talla de Lord Ahriman y Chaq Mol (Dark Funeral), Phil Fasciana (Malevolent Creation), Dana Duffey (Demonic Christ), la legendaria Jinx Dawson (de los no menos legendarios Coven), entre otros. Hasta acá, todo pinta ser muy lindo, con invitados de lujo y líderes con un talento innegable. Pero ¿el disco en cuestión es un buen disco o no? A mi parecer, no lo es.
Voy a poner algo en claro: soy un fanático reconocido de la Música Industrial, creo que ya lo dije muchas veces. En cambio, el Metal Industrial, si bien me gusta, y si bien hay bandas que amo profundamente, en su totalidad no es la vertiente del Industrial que más escucho. Y da la casualidad de que The Electric Hellfire Club no se encuentra entre mis favoritos del estilo, como así tampoco siento una gran atracción por la música de Kult ov Azazel. De hecho, no tengo discos originales de ninguna de esas bandas. Y resulta que Wolfpack 44 suena a mezcla entre esas bandas, más la participación de músicos muy capaces en lo suyo. Es por eso que el primer álbum de Wolfpack 44 no me mueve un pelo, más allá de que yo sea pelado o no. No tienen carisma, todo suena muy satánico, pero poco atractivo para éste servidor. Es más un disco de Metal común y corriente al cual le metieron toneladas de sonidos industriales, que un disco de Metal Industrial hecho y derecho. Incluso, hay partes que son puro Heavy Metal con bases programadas y sonidos inhumanos, pero sin una cohesión firme y fina.
Sacando a "Dark Mountain", y algún que otro momento interesante, el resto del disco me resulta anodino, intrascendente. Ni las apariciones de Ahriman o Fasciana logran levantar el nivel, ni siquiera eso. Todo me resulta chato, predecible y completamente alejado del Industrial que yo tanto amo.
En otras palabras, y para darle un corte a esto, Wolfpack 44 me parece una banda olvidable.

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